Eres esa luz al final del camino que te da ánimos para seguir, la que me empuja a continuar siendo yo misma y la que me ayuda a no derrumbarme.
Pero a la vez eres esa sonrisa que me mata por dentro, me consume, me deja ciega y me crea una necesidad insana.
Y lo peor de todo, es que de esas dos partes, no sabría con cual quedarme.
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