martes

La brisa es tranquila, vamos de la mano, él me da un beso en la mejilla, uno de esos que te dicen: no te dejaré escapar. Le sonrío, me sonríe. Nos dirigimos hacia el césped y nos sentamos. Pasamos el rato, nos reímos, contamos historias, miramos al cielo... Todo parece perfecto. Nos volvemos a levantar, él me abraza tan fuerte que creo no poder respirar, de repente, abro los ojos y veo un enorme tsunami y me despierto.
-Mierda- susurro- era solo un sueño.


PD: Siento no haber estado presente en estos 2 meses, pero ya saben como son las vacaciones, no se pasa por casa :) Bueno, espero que sigan ahí y me hayan echado de menos como yo a ustedes